Decía
hace no demasiado tiempo -tres días, para ser exactos- que los políticos de Vox
tienen la costumbre de decir lo que piensan a las claras y sin ambages. Por eso
sienta tan mal su discurso a la izmierda española, poco acostumbrada a
que se le saquen las vergüenzas con tal vehemencia.
Y
decía yo, en la primera de mi serie de reflexiones atemporales, que a Sin
vocales lo único que le interesa es disfrutar de los beneficios del poder,
no el poder en sí. Con independencia de que tenga razón o que, por el
contrario, el gobernante español más nefasto y nefando desde el rey felón
sí que ambicione el poder en sí, el líder de Vox ha venido a decir casi lo
mismo que yo: cree que Pierre Nodoyuna rompería con los neocom y
pactaría con el PP para mantenerse en la Moncloa.
Sólo
queda esperar que los de Génova no permitan que siga en la presidencia del
consejo de ninistros. ¿Otro socialista? Quizá. ¿Ése? Ni en sueños… o en
las peores pesadillas.
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