viernes, 25 de marzo de 2022

Enanos por narices

Cuando uno cree que la estupidez humana ya no puede alcanzar nuevos límites, llega la llamada corrección política y los rebasa ampliamente.

Hace un par de meses saltó la noticia de que en la versión con actores que Disney planea hacer de su clásico Blancanieves y los siete enanitos, la productora había prometido realizar un enfoque diferente de los siete coprotagonistas, cambiándolos por criaturas mágicas. Todo ello debido a las críticas de PeterDinklage.

El señor Dinklage es un actor de categoría; diría de gran categoría, pero seguro que alguno se me molesta. En el plano meramente físico, padece de acondroplasia. Es lo que, en un mundo menos lleno de ofendiditos, se ha llamado siempre un enano: sin ánimo peyorativo u ofensivo, sólo descriptivo. Pero, eso sí, no pasa nada porque interprete el personaje principal en la última versión de Cyrano de Bergerac. Estoy esperando a que los narigudos se manifiesten por apropiación cultural, o algo semejante.

Mientras tanto, me entretendré comiendo gominolas enanas… ¡Huy, no, que ese nombre también ofende! Mini gemas, quería decir.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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