sábado, 12 de marzo de 2022

Proceso al proceso (371)

En la entrada anterior de esta serie comentaba el hecho de que la renovación del Pleno del Tribunal de Cuentas, al tener ahora una mayoría socialista -los consejeros del supremo órgano fiscalizador son, en teoría, independientes, pero es fácil percibir de qué pie cojean (en algunos casos, la cosa es hasta ostentórea)-, había provocado un giro copernicano en relación con los avales que el gobierno regional catalán pretendía otorgar a los condenados por el butifarrendum II.

Tan radical fue el cambio de postura, que los separatistas se apresuraron a celebrarlo, diciendo que ahora se puede hacer política sin miedo. Sin miedo de que les caiga encima todo el peso de la Ley, se entiende.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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