Esta entrada es la última de las recuperadas de hace un año. Y, en cierto modo, resulta apropiado, puesto que es un ejemplo palmario de una de las cosas que más detesto, que es la estupidez. Aunque, por otra parte, hay tantas cosas que más detesto que podrían llenar una enciclopedia.
A lo que vamos. Hace un
año, el sindicato de los de la mano y el capullo anunció que quería cambiarse
el nombre, y pasar a ser Unión General de Trabajadores y Trabajadoras. Dejando aparte
que se abreviaría como ugetete (o, peor aún, ugeteta), el
problema con el lenguaje pretendidamente inclusivo y realmente
excluyente es que siempre se deja a alguien fuera.
En este caso, la denominación incluiría a trabajadores y trabajadoras (o viceversa), pero no a trabajadoros, trabajadoris y trabajadorus. Y, si tuviéramos que incluirlos a todos, el acrónimo sería ugetetetetete: algo a medio camino entre el tartajeo y una ametralladora. De todos modos, alguien en el sindicato fue inteligente y paró la medida, porque siguen llamándose como siempre. O eso, o es que todavía están riéndose y no han podido ponerse a votar la medida.
Pero, yendo a la página web del sindicato, y bajando hasta el final, me encuentro con que sí ha sido rebautizado, y ahora es la Unión General de Trabajadores y Trabajadoras de España. Vamos, que debería ser UGTTE, o UGTTTTE.
Vuelven las metralletas...
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