Los políticos, así en general, no es que sean precisamente seres llenos de buenos sentimientos, principios y consideración. Muy al contrario, suelen ser personas egoístas y con pocos escrúpulos, además de aplicar una doble vara de medir de lo más grosera.
En esto, los políticos
españoles de izquierdas se llevan la palma. Con tal de atacar a la monarquía
-algo legítimo, estamos en democracia y hay libertad de opinión-, fueron
capaces de criticar el hecho de que las hermanas de Su Majestad el Rey, a quien
Dios guarde muchos años, se saltasen la
cola a la hora de vacunarse contra
la COVID-19, mientras politicuchos de izquierdas de quinta fila hacían lo
propio, y los que bramaban contra las testas coronadas miraban entonces para
otro lado y callaban.
Del
mismo modo, atacaron a las hijas del Jefe del Estado por lo que habían hecho
sus tías -usando, además, la televisión pública estatal-, cuando no tenían culpa ni responsabilidad alguna; pero si de algún
modo se critica o se hace mofa de los hijos de un político de izquierdas, éste
saltará diciendo que sus hijos no deben ser atacados por la profesión de sus
padres… con la diferencia de que un Rey nace, pero lo de ser político se elige.
Y mientras, la marquesa de Villa Tinaja, que cada vez que habla mete la pata, se preguntaba por la utilidad de la monarquía. Pues bastante mayor que la del ministerio que tú pastoreas, majita…
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