Hay dos maneras de hacer las cosas: la correcta y la que sigue la izquierda española (y quien dice izquierda española dice regionalismos separatistas, tan parecidos en casi todo a la izquierda española).
Así, la izquierda pone
trabas, burocracias, cargas e impuestos. La Comunidad de Madrid -que, no por
nada, se ha convertido en el motor económico de España-, en cabio, dio hace un
par de meses un paso más en la atracción de empresas, y eliminó las licencias para instalarse en la región.
Viene a ser como la curva de Laffer aplicada a las empresas: más vale muchos pocos que un solo mucho… que a veces no es bastante.
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