Hace dieciocho años -¡dieciocho años, ya!-, una serie de explosiones sacudieron el amanecer madrileño, causaron casi dos centenares de muertes y cambiaron, probablemente, el curso de la historia de España. Con toda seguridad, a peor.
Algunos no nos creemos la versión oficial. Algunos nos llaman conspiranoicos. Algunos pedimos memoria, dignidad y justicia. Ni olvido, ni perdón.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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