No hace demasiado tiempo, Alfonso Guerra -el que tuvo, retuvo- dijo de Egolanda que las tonterías se le ocurren entre visita a la peluquería y visita a la peluquería.
A eso yo añadiría que en tales
establecimientos le dan demasiada laca, porque las tonterías que salen por la
boca de la número tres del desgobierno socialcomunista que tenemos la
desgracia de padecer, y ninistra del Paro, superan con mucho la media
habitual de las de sus compañeros de formación política.
A finales del mes pasado, en una
concatenación de sandeces sin precedentes, dijo lo que sigue:
Reflexiones en torno a las élites tecnológicas (...) es curioso cómo nos señalan que son conscientes esas personas inmensamente ricas, y cito palabras literales, que nos vamos al carajo. Y como nos vamos al carajo, ellos y ellas lo que están haciendo es diseñar un plan B. Este plan B que están diseñando, muy restringido, está basado en huir del mundo para protegerse ellos y ellas solas. Es el mundo de los cohetes para escapar de la Tierra, es el mundo del metaverso y es también el mundo de sus mansiones fortaleza, por ejemplo en Nueva Zelanda.
Vamos a pasar por alto la manía
del ellos y ellas, y a centrarnos en el meollo (es un decir) del
discurso (otro decir). Lo de los cohetes también lo descartamos por absurdo
(suponiendo que lograran salir de la Tierra, ¿a dónde iban a ir?) y a señalar
que, si el planeta se va al carajo, da lo mismo que estés en Nueva Zelanda o en
el metaverso, porque el metaverso está en ordenadores, y los ordenadores están
en la Tierra. Y eso, los inmensamente ricos lo saben.
Pero claro, pretender que un
comunista comprenda semejante cosa es algo imposible.
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