Mi familia es básicamente (quiero decir, en su mayor parte) de derechas. Hay, sin embargo, un núcleo pequeño y muy concentrado de gente de izquierdas que, en su mayoría, votan a la izquierda. Principalmente a los de la mano y el capullo, aunque alguno hay, creo, que vota comunista.
Los hay que votan por
convencimiento ideológico; otros, para que no venga la derecha y les arrebate
no sé qué libertades; los hay, en fin, que votan socialista porque es lo que
más les conviene.
Fue precisamente uno de estos
últimos quien, justo antes de las últimas elecciones generales, dijo que
votaría PSOE para que no gobernara Vox, a pesar de no gustarle Pedro
Sánchez, alguien que, medios de comunicación mediante, nos cae mal a los
de derechas.
Empezando por esto último, el
psicópata de la Moncloa está a una distancia sideral de caerme bien o mal. Le considero
tal peligro para las libertades, la democracia y la misma España que ni me planteo
e cómo me cae, si bien es cierto que no le daría ni la hora.
En cuanto a lo que el Partido
Popular no dependiera de Vox, este pariente mío -y cualquiera que piense como
él- lo tenía bien fácil: haber votado PP, para que Feijóo no dependiera de
Abascal…
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