Al igual que los necionanistas, los izquierdistas españoles están tan acostumbrados a que nadie les chiste que no paran en barras y sueltan por esa boquita lo primero que les pasa por el vacío intracraneal.
Y al igual que ocurre con los
necionanistas, cuando sus declaraciones cruzan la frontera se dan de bruces con
la realidad y les ponen en su sitio.
Es el caso de la tucán de Fene, que
criticó una reforma laboral en Grecia que, entre otras cosas, flexibilizaba el
horario de trabajo, hasta el punto de ampliar la jornada a trece horas diarias
en caso de contar con un segundo empleo. Para ella, se trataba de involución,
de menos tiempo, de vidas peores y de economía low cost.
Pero en Grecia, con un gobierno
de derechas, la economía creció en 2.021 y 2.022 muy por encima de la Unión
Europea (8,4% y 5,9%, respectivamente) y las inversiones extranjeras aumentaron
de forma importante. La deuda descendió 35 puntos porcentuales en los últimos
dos años (del 206% durante la pandemia al 171% del PIB el año pasado), uno de
los ritmos de reducción de deuda más rápidos en el mundo.
Asimismo, en Agosto pasado se
permitió a Grecia abandonar los mecanismos de vigilancia impuestos por sus
acreedores durante los doce años anteriores. Actualmente, el país está a un escalón
de recuperar el llamado grado de inversión en los mercados financieros,
lo que según economistas y expertos podría ser el inicio de una de las mayores
recuperaciones jamás vistas en el sistema financiero europeo.
Así las cosas, el homólogo heleno
de la tucán le recordó a la ministra que recibieron Grecia en una situación
mucho peor que España y hoy están en una situación mucho mejor, especialmente
en materia laboral: la economía griega ha crecido desde 2.019 tres veces más
que España y hoy registra una tasa de paro inferior a España.
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