Las cosas se pueden hacer del modo incorrecto por inepcia o por maldad. A alguien que ha aprobado la carrera de Derecho, primero, y las opisiciones a juez, después, se le presume un cierto nivel de inteligencia -o, al menos, de memoria-, por lo que la estulticia quedaría descartada.
Eso nos deja sólo con la perversidad. Por eso, ante el hecho de que el ninistro Pequeño haya dejado sólo dieciséis guardias civiles en El Hierro para controlar la avalancha de invasores africanos -llamarles inmigrantes es un calificativo inapropiado que raya en la negligencia criminal-, y con la alerta de los terroristas palestinos, sólo cabe preguntarse si lo hace por pura maldad… o si hay algún motivo todavía peor detrás.
Y sí, estoy pensando en el moro gurrumino, por ejemplo.
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