domingo, 8 de octubre de 2023

Proceso al proceso (517)

El desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer es un conjunto de sinvergüenzas sin vergüenza. Es decir, de individuos capaces de hacer, literalmente, cualquier cosa para que el psicópata de la Moncloa siga detentando el poder, sin que les aparezca el más mínimo rubor ni les suponga el menor menoscabo en su amor propio.

Si hay que arrastrarse delante de las autoridades europeas para pedir un imposible -puesto que atender a semejante petición abriría una caja de Pandora (o de los truenos) que resultaría devastadora e imposible de volver a cerrar-, pues uno se arrastra. Si hay que escuchar a un fugitivo de la justicia agradecer los esfuerzos al tiempo que exige más diligencia al primer ministro del país, pues se le escucha.

Lo malo es que, parafraseando a Lincoln, es imposible tener contentos a todos toto el tiempo. Y si les haces cucamonas a los de la barretina, los de la boina se ponen celosos, y señalan que priorizar el dialecto del occitano que se hablaba en Barcelona no facilita una investidura.

Y es que hay cosas que resultan imposibles hasta para un embustero patológico como Sanchinflas.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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