En la incesante tarea de acoso y derribo que el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer ha emprendido contra la presidente de la comunidad autónoma de Madrid, uno de los últimos elementos empleados han sido las presuntas infracciones fiscales cometidas por quien hoy es su pareja, cuando todavía no era su pareja.
Sin embargo, de las actividades, como mínimo
poco estéticas, realizadas por el cónyuge del psicópata de la Moncloa cuando
éste ya detentaba la presidencia del desgobierno socialcomunista que tenemos la
desgracia de padecer, hablando con empresas que luego recibían fondos del gobierno
presidido por su marido, se habla poco. Y menos aún de que la inspección fiscal
alertara oficialmente de que el contacto de Begoña Gómez, Aldama, era un defraudador ya en 2.015.
Miran tanto al de enfrente que no ven lo que tienen en su casa... o no quieren verlo.
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