Como he dicho muchas veces, y muchas más que diré, un socialista es alguien capaz de defender una cosa y la contraria. Como en tantas otras cosas, el psicópata de la Moncloa no supone una novedad, sino sólo el llevar tal rasgo a nuevos niveles.
Durante muchos años, los socialistas han
criticado, haciendo los coros a los secesionistas catalanes, lo que llaman la judicialización
de la política; es decir, el buscar la aplicación del ordenamiento jurídico
por la fuerza cuando los sujetos no la cumplen por las buenas.
Pues ahora, y por puro cálculo electoral -se
nos vienen tres procesos electorales uno detrás de otro, superando los dos del
año pasado-, Sin vocales defiende la coherencia de impugnar las
leyes separatistas.
Coherencia, dice. Si probablemente no sepa ni cómo se escribe…
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