Cuando un socialista -al menos, uno español- hace lo correcto, lo hace siempre por las razones equivocadas. Porque uno de los de la mano y el capullo es incapaz de hacer lo que debe por las razones correctas ni aunque se empeñe.
Porque, si hace un par de semanas el Tribunal
Prostitucional paralizaba la iniciativa independentista de la asamblea
legislativa regional catalana que se tramitó poco antes de la convocatoria
electoral, no fue porque a Golpe Pumpido (pero qué condenadamente bueno
es Jiménez Losantos poniendo motes) le diera un ataque de celo
constitucionalista.
No: fue porque, como hay elecciones, tienen
que hacer el paripé de que son parte de la solución, y no parte del problema. Igual
que cinco minutos antes de la campaña electoral vasca estaban a partir un piñón
con los etarras, les pusieron a parir durante la campaña y, celebradas las
elecciones, vuelven a hacerles cucamonas.
A otro perro con ese hueso averiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario