No conviene fiarse de nadie, pero menos que nadie de los terroristas, que siempre -humanos al fin y al cabo, aunque su paternidad pueda ser puesta generalmente en duda- presentarán las cosas del modo más favorable para ellos.
Basándose en los datos aportados por Hamás,
la izquierda mundial -siempre antisionista, sea marxista, fascista o
nacionalsocialista (estos dos últimos, niños, son de izquierdas, por más que
las demás izquierdas los presenten como de extrema derecha)- ha acusado a las
autoridades israelíes de genocidio, acusación en la que les han seguido
los maricomplejines y la Organización de Naciones Unidas.
Olvidando, por ejemplo, que Israel nunca ha
golpeado primero (las guerras en las que ha participado, hasta donde recuerdo,
siempre las han comenzado otros), aunque siempre ha golpeado el último.
A lo que voy: hasta esa cueva de ladrones y
filodictadores que es la organización con sede en el 760 de la Primera Avenida
de Nueva York ha tenido que reconocer que las cifras de fallecidos en Gaza que
daban los terroristas eran totalmente falsas.
No aconsejo que esperen sentados la petición de disculpas, porque se les va a dormir el tafanario…
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