De acuerdo con el ideario izquierdista, los ricos votan a la derecha, y los pobres a la izquierda. De hecho, una de las consignas que más repiten es que no hay nada más estúpido que un obrero votando a la derecha… como si todos los obreros fueran pobres y no fueran a dejar de serlo jamás.
Siguiendo la lógica marxista, si los pobres votan
por definición a la izquierda, la izquierda buscará que haya cuantos más
pobres, mejor; porque, de volverse ricos, dejarían de votarles y perderían ese
poder que les corresponde por definición.
Sólo en semejante contexto sería
intelectualmente explicable el hecho de que el desgobierno socialcomunista que
tenemos la desgracia de padecer celebre el hecho de que más de un millónsetecientos mil españoles necesiten cobrar el ingreso mínimo vital para sobrevivir.
Lo lógico sería lamentar que haya tanta gente que lo necesite, y hacer todo lo posible para reducir el número.
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