Acostumbrados como están a que nadie les responda, los de la mano y el capullo debieron haberlo pensado dos veces antes de meterse con el presidente de Argentina, Javier Milei, un verso suelto acostumbrado a decir lo que piensa (o eso parece) sin pararse en barras.
Porque, en su visita a España -visita
privada, no oficial-, y tras señalar que el socialismo deriva necesariamente
en esclavitud o muerte, se refirió al psicópata de la Moncloa diciendo que hay quien tiene la mujer corrupta y se toma cinco días para pensar.
Siendo esto algo mucho más suave -y verificable-
que las deposiciones verbales del Pitecantropus pucelanus, el
desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer reaccionó airadamente,
llamando a consultas sine die a la embajadora española en Argentina por
las gravísimas declaraciones del mandatario argentino.
Gravísimas, sin duda. Pero no dijeron que fueran falsas o injustificadas…
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