El principio de Peter se incumple mucho más que la ley de Murphy, especialmente cuando es Peter el que anda de por medio.
Mónica García es alguien que ha llegado mucho
más lejos de lo que sus cualidades (de existir) permitirían prever. De portavoz
neocom en la asamblea legislativa regional madrileña, vapuleada por Díaz-Ayuso
sesión sí y sesión también, ha pasado a ministra de Sanidad… lo que hacía
prever que utilizaría su nuevo puesto para intentar hacerle la puñeta a la
comunidad madrileña.
Pero ni por esas, porque cuando ha hecho
públicas la listas de espera en la sanidad, Madrid es una comunidad que sale airosa, porque tiene un modelo eficiente.
Chúpate esa, MaMeMiMo.
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