Dice un viejo refrán castellano que la esperanza es lo último que se pierde. Como suele ocurrir con la llamada sabiduría popular, suele acertar.
Y aunque parece que el avance del psicópata
de la Moncloa para controlar todos los resortes del poder en España y eliminar
así los límites a su autocracia -es decir, para convertirnos en una república
bananera en todo salvo en el nombre- no va a encontrar obstáculos, hete aquí
que, como decían en un episodio de El corsario de hierro, hay quienes
encuentran un adarme de hombría y se plantan ante esa ola aparentemente imparable
y decididamente implacable.
Quizá por dignidad, quizá para -como en el poema de Martin Niemöller- ir a por el tirano antes de que el tirano vaya a por
ellos, pero quince despachos de abogados se ha ofrecido a representar a la acusación en el caso de la pareja del presidente del desgobierno
socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer.
Esperemos que el padecimiento acabe pronto… por nuestro propio bien y el de nuestra patria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario