Cuando el psicópata se encontraba recluido en su guarida, tramando su venganza, algunos se hacían ilusiones de que realmente pudiera dejar de detentar el poder, y se planteaban el día después. Los resultados que han salido demuestran que los mandatos sucesivos de las dos heces con forma humana han convertido al partido de los de la mano y el capullo en un auténtico erial.
Porque Santos Cerdán, secretario de organización
del partido -es decir, lo que suele llamarse número tres, como si alguien
tan autocrático como Sin vocales fuera a permitir un número distinto del
uno- había planeado que Petisú Montero le sucediera en la presidencia
del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer -no
consideraban de que la coalición Frankenstein que lo sustenta no fuera a
descomponerse desaparecido el científico loco que la creó-, y el Pitecantropus
pucelensis fuera el nuevo líder del partido y candidato del partido en unas
próximas elecciones generales.
Como cabras, están algunos.
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