domingo, 12 de mayo de 2024

Mentirosos y cojos

Dice un refrán castellano que antes se coge a un mentiroso que a un cojo. Otro dice que la mentira tiene las patas muy cortas. Pero si, además, el embustero es corto de entendederas, se le coge más pronto que tarde.

Cuando la vicepresidente de la narcodictadura bolivariana pisó suelo español -algo que debería haber conducido inmediatamente a su detención… pero ya sabemos que los de la mano y el capullo no respetan el ordenamiento jurídico, sea español o europeo-, traía consigo un montón de maletas, de las que nunca más se supo.

Que había algo que ocultar en el asunto lo demostraba no sólo el intento de llevar las cosas con sigilo, sino la sucesión de versiones contradictorias -y, probablemente, todas falsas- que el entonces número tres del partido ofreció (o se le arrancaron, más bien) sobre el asunto.

Con motivo de la apertura del caso Sánchez Gómez (creo que le voy a llamar así a partir de ahora, a ver si creo escuela), el parlamentario del grupo mixto poco menos que negó que hubiera maleta ninguna. Debería haber sabido que un secreto sólo se guarda eliminando físicamente a todos los que lo conocen, y a veces ni aún así. Porque resulta que el guardia del aeropuerto de Madrid que estaba aquella noche de servicio identificó ante notario las maletas de marras.

Así que a ver si Ábalos va pergeñando otra versión. Y van…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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