sábado, 12 de octubre de 2024

Algo huele a podrido, Petisú

En general, considero que los funcionarios públicos españoles -colectivo al que pertenezco- desempeñan sus funciones con profesionalidad, objetividad e independencia.

Otra cosa son sus jefes, tanto más cuanto más altos están. Al ser cargos políticos, consideran que se deben a quien les ha colocado ahí. Si además son, en algunos casos, muertos de hambre sin oficio ni beneficio que en la vida habían soñado con bicoca semejante, más a mi favor.

No sé a qué grupo pertenece la directora de la Agencia Española de la Administración Tributaria, pero el hecho de que el informe anónimo de Hacienda que defiende al teledirector de orquesta apunte a ella dice bastante.

Y muy poco, por no decir nada, bueno.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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