Un socialista es alguien capaz de afirmar una cosa y la contraria y defender que ambas son ciertas y progresistas. El psicópata de la Moncloa, quintaesencia destilada del socialismo español, es alguien que proclama que hará una cosa para, a renglón seguido, hacer lo diametralmente opuesto.
Así, cuando dijo que su intención era
colaborar plenamente con la Justicia en relación con la investigación de la que
está siendo objeto su cónyuge, podíamos estar seguros de que ocurriría lo que finalmente
pasó: que se negó a declarar acogiéndose al artículo 416 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal.
A mayor abundamiento, el susodicho había defendido
que su declaración como testigo debía ser por escrito. Dado que la declaración
de un presidente por hechos de los que tenga conocimiento por razón de su cargo
puede hacerse por escrito, pero no por hechos ajenos a su ejercicio como
presidente, sólo cabe llegar a una conclusión.
Sin Vocales sabe lo que sabe porque preside el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer. Y lo que sabe es que Begoña Gómez es más culpable que el pecado. De ahí que se negara a abrir la boca.
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