Siempre he estado en contra de la discriminación. De cualquier tipo, positiva o negativa. El (masculino incluyente) que vale, vale, y el que no a la calle. Sea hombre, mujer o mediopensionista.
Y esto rige en todos los ámbitos de la vida en
los que el sexo no sea un factor determinante. En el deporte, por ejemplo, no,
pero en el arte sí. No hay una pintura de hombres y una pintura de
mujeres, como no hay una escultura o una literatura.
Todo lo anterior lo escribí leyendo sólo el titular de una escribidora que dijo que tenía más lectoras simplemente porque las mujeres leen más. Pues, la verdad, y pecando de inmodestia, no creo que haya muchas mujeres que lean más que yo… aunque a esta individua no tenía el disgusto de conocerla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario