He leído hace poco por ahí que hay quienes hacen al psicópata de la Moncloa responsable último de la trama de corrupción destapada en el partido de la mano y el capullo. Personalmente, discrepo, pero creo que debe ser lo único de lo que Sin Vocales no es responsable. Me explico.
El partido de la mano y el capullo fue, desde
sus mismos orígenes, un partido con ánimo de delinquir. Ya lo expresó su
fundador, Paulino Iglesias, en su estreno parlamentario, cuando dijo que
actuarían fuera del ordenamiento jurídico si el hacerlo dentro del mismo no les
permitía alcanzar sus objetivos. Omitió, eso sí, señalar que todos sus
objetivos se resumen en dos: alcanzar el poder, y detentarlo tanto tiempo como
les fuera posible.
De entonces para acá, y ya ha pasado más de
un siglo, nunca se ha apartado el partido de esa línea de rapacidad, latrocinio
y saqueo desaforado de las arcas del Estado… y, cuando les ha sido posible,
también de los bolsillos privados. Por ello, como en tantas otras cosas, Pdr
Snchz no es sino la destilación de la quintaesencia del socialismo español.
Y en el caso del teledirector de orquesta, la cosa se complica hasta niveles churriguerescos: le colocó el presidente de la Diputación de Badajoz, actualmente secretario general de la franquicia extremeña del partido… y a éste le defiende un letrado de la Diputación que, hasta hace menos de un año, era el delegado en Extremadura del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario