sábado, 5 de octubre de 2024

Trágala

Los marxistas son gente a las que las anteojeras ideológicas limitan tanto la visión que no permiten que nada se interponga en el camino de sus postulados.

Y cuando digo nada, es nada: ni la biología, ni el sentido común, ni la realidad ni, por supuesto, la voluntad de los demás (básicamente, porque el marxismo es incompatible con la libre voluntad, la democracia y, en general, con dejar a la gente que haga lo que le pluga).

Y, así, el partido de la mano y el capullo -que, aunque abandonara el marxismo hace cosa de medio siglo, parece que lo hizo sólo de boquilla, o que ha vuelto por donde solía- ha exigido una reforma en la matriculación para forzar la igualdad de sexos en cada rama de la formación profesional.

Aunque resulte que (por ejemplo) no haya (suficientes) mujeres que quieran ser mecánicas, ni hombres que quieran ser matronas (o matronos).

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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