Cuando el bobo solemne llegó a la secretaría general del partido de la mano y el capullo, muchos nos sorprendimos de que alguien tan aparentemente inane fuera capaz de encaramarse a un puesto de semejante enjundia.
Que se mantuviera, una vez comenzó a detentar
el poder encaramado sobre una pirámide de ciento noventa y tres cadáveres, fue
bastante menos sorprendente: no hay mejor aglutinante, y esto es especialmente
cierto en la izquierda española, que el poder, y sólo cuando la situación era
ya insostenible le dieron la patada al circunflejo.
Uno habría pensado que, salvo a dedicarse a
contar nubes y escribir libros que nadie usaría ni para calzar una mesa coja, zETAp
habría pasado a mejor vida (o nos habría dejado vivir mejor las nuestras, que
viene a ser lo mismo). Pero hete aquí que ha llegado al mismo puesto un sujeto
igual de pomposo, igual de ayuno de ideología y todavía más falto de
escrúpulos, decidido a detentar el poder todo el tiempo que le sea posible, y
le ha tomado como consejero, o mamporrero, o lo que sea…
…y le ha dado permiso para negociar con regímenes liberticidas y autocráticos como China, Venezuela o Marruecos a espaldas de las embajadas.
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