Para la izquierda, la derecha siempre es culpable, aunque no haya indicios de culpabilidad o, incluso, aunque la justicia la declare inocente. La izquierda, en cambio, siempre es inocente (cosas de la genética, según algunos… economistas), aunque las pruebas de su culpabilidad resulten abrumadoras o, incluso, después de que la Justicia haya emitido un veredicto de culpabilidad.
Por eso, que se haya decidido la apertura del juicio oral contra Mónica Oltra por el presunto encubrimiento de los abusos de
su exmarido a una menor tutelada es, para la derecha, una prueba de que la
justicia funciona; pero, para la izquierda, una prueba más de la conjura de las
élites contra aquellos que se atreven a oponerse a la casta.
Yo sé con qué versión me quedo…
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