Hace tiempo leí por ahí que cuando a un sustantivo que designa una realidad preexistente se le añade un adjetivo, es porque la nueva realidad no es verdaderamente real.
Así, a título de ejemplo y sin ánimo de
resultar exhaustivo: la inteligencia artificial no sería verdaderamente
inteligente; un matrimonio homosexual no sería un verdadero matrimonio; o una
guitarra eléctrica no sería una verdadera guitarra.
Si esto es así con un único adjetivo, ¿qué ocurre cuando los calificativos se encadenan el uno del otro en pos? Por eso, cuando leo que el museo Thyssen asume el discurso descolonizador woke con una artista afrociberfeminista, lo que pienso es que esa persona será cualquier cosa… pero no una verdadera artista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario