Con el tiempo, esta serie ha perdido su carácter netamente procesal. Sin embargo, como no podía ser menos cuando se habla de delincuentes, este aspecto reaparece de vez en cuando.
Decían en la película Forrest Gump que
tonto es el que hace tonterías. Parafraseando al personaje interpretado
por Tom Hanks, torpe sería el que comete torpezas. Naturalmente, alguien corto
de entendederas y poco instruido será más proclive a cometerlas que quien sea
inteligente o haya recibido una adecuada educación.
Y, de todas las torpezas del partido de la
mano y el capullo, la ley de la bajada de pantalones es una de las mayores. Hecha
al dictado de Cocomocho y sus muchachos, las prisas por que entrara en
vigor la han convertido en una chapuza legislativa del calibre de la ley
Sánchez-Montero o la ley Juanita Petarda.
Así las cosas, no es de extrañar que el Tribunal Supremo, uno de los últimos valladares contra la ola autocrática del psicópata de la Moncloa, haya confirmado que la malversación de los golpistas del butifarrendum II queda fuera de la amnistía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario