Poseídos de un frenesí destructor -parecen las hordas rojas en la década de los treinta del pasado siglo en España-, el equipo de la pareja del psicópata de la Moncloa ha decidido dar un paso más.
Si ayer comentaba que (qué causalidad) la
aplicación informática (no hace falta decir cuál) había desaparecido de la
página de internet de Bego Fundraiser, hoy resulta que la fiscalía (¿de
quién depende? Pues eso) ha pedido, en el caso Begoña Gómez, destruir toda la documentación incautada en el registro de Barrabés.
Además de jetas, vagos: pues no quieren que los demás les hagan el trabajo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario