De un tiempo a esta parte, so capa de la corrección política, en Estados Unidos -en América en general- ha cogido fuerza un movimiento que busca eliminar las huellas del pasado colonial español. Curiosamente -o no tanto-, no persiguen con igual inquina las huellas del pasado anglosajón, que causó mayores males que el español. Cosas de la leyenda negra, supongo, o quizá de alguna oscura conjura.
Un concejal de la ciudad
californiana de San Diego (EE.UU.) quiere eliminar los símbolos del escudo
local que hacen referencia a España argumentando que glorifica a quienes
robaron y no representan a la ciudad actual. El escudo de la
ciudad incluye tres elementos muy característicos de la herencia española: la
carabela, la campana y las columnas de Hércules.
Quizá, para que representara a la ciudad actual, el escudo debería contener, simplemente, unas enormes orejas de burro.
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