Los golpistas catalanes carecen tanto de vergüenza como de escrúpulos. Pueden estarse poniendo a parir -ojo, que no digo que pactar unos con otros les produzca insomnio, sino de llamarse de todo menos bonito- para, a renglón seguido, abrazarse como hermanos amantísimos que hace una eternidad que no se ven.
O, de la misma manera, pueden
romper las negociaciones y afirmar que gobernarán en solitario, mientras que la
otra parte puede despreciar el anuncio y decir que el acuerdo todavía es posible.
Mañana, más.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario