martes, 4 de mayo de 2021

Proceso al proceso (156)

Uno de los problemas de escribir casi siempre sobre los mismos temas es que uno tiende a repetirse. Y si empiezo una entrada diciendo Uno de los rasgos comunes que tienen las izquierdas españolas y los regionalismos secesionistas es que lo único que supera el odio intestino que les corroe es el odio todavía mayor por España, y la ambición de alcanzar y detentar el poder, a los lectores habituales del blog les sonará a cosa sabida. Pero es que es cierto, al menos desde mi punto de vista.

Y lo que les ocurra a aquellos a los que unos y otros pretenden gobernar les trae sin cuidado. Porque Cataluña lleva una década larga sumida en el desgobierno más absoluto, pero lo que les preocupa a ierreceos y jotaporcatos es una miaja más o menos de poder, y seguir siendo los amos del cortijo (la masía, habría que decir, habida cuenta de la región de la que estamos hablando).

Por eso, los del bleferóptico con sobrepeso y los de Cocomocho -que los encuentros se produzcan en una cárcel dice bastante a las claras de qué clase de gente estamos hablando- se dedican a hacer envites, subirlos y llegar hasta el órdago, en la confianza de que ninguno de los dos llegará hasta el final…

…porque eso significaría perder el poder, que es lo único que les importa.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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