De donde no hay no se puede sacar, dice el viejo refrán español. Otro parecido afirma que lo que Natura non da, Salamanca non presta. Y todavía hay otro que afirma que es inútil pedir peras al olmo.
Viene esta entrada tan adagiosa
para introducir la noticia de que en la visita de Su Majestad la Reina al
Congreso de los Diputados, Meritxell Batet -presidente del Congreso y tercera
autoridad del Estado-, Pilar Llop -¿presidente del Senado? y ¿cuarta? autoridad
del Estado- y Carmen Calvo -vicepresidente primera del desgobierno
socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer- deberían haber recibido en
el patio a la esposa de Su Majestad el Rey, a quien Dios guarde muchos años…
pero no estaban.
Una interpretación benévola
achacó semejante desaire a un fallo de protocolo. Yo, que soy de natural
más mal pensado, no me creo que todos los ayudantes de protocolo fallaran a la vez,
y pienso por tanto que la grosería fue intencionada. Pero -seguimos con los
refranes- no ofende quien quiere, sino quien puede.
Y ese trío de mamarrachas no son capaces de ofender a nadie, ni aunque se empeñen.
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