Por azar o por malicia, o porque el destino tiene un perverso sentido del humor, la segunda entrada de hoy guarda una cierta relación con la primera.
Y si hace doce horas planteaba la
escasa capacitación intelectual de un líder de izquierdas al otro lado del
charco, ahora toca, no plantear, sino afirmar sin paliativos que hay quienes no
tienen ni idea de nada y se permiten sin embargo dar lecciones de cualquier cosa.
Sí, ya sé que con esa descripción
estoy incluyendo a prácticamente cualquiera que se encuentre a la izquierda de Ciudadanos
y tenga menos de sesenta o setenta años, pero en este caso me refiero a la
segunda ¿dama? del país, a Begoño.
Alguien sin formación académica
superior, sin cualificación profesional, sin un background digno de tal
nombre (el ser el cónyuge del psicópata de La Moncloa no cuenta) y que, sin embargo, dirige másteres universitarios. A lo mejor es que,
para apreciar sus méritos, es necesaria una prespectiva de la que
carezco.
Va a ser eso…
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