Y si en la primera entrada del día hablábamos de Juanita Petarda, en la segunda toca hablar de la cacatúa de Fene (ofrezco gratis el epíteto a quien quiera utilizarlo), a la sazón ninistra de Desempleo, que ya en tiempos de la pandemia dio sobradas muestras de que el explicarse no es lo suyo, al hablar de los ERTEs y decir que contaban pero no computaban, o viceversa.
Ahora le ha tocado armarse el taco con las
cifras de empleo -esas que no se cree nadie- y liarse con los parados y los fijos
discontinuos. Y lo peor no es eso, sino que Egolanda tuvo el cuajo
de decir que ese dato no lo tenía.
Lo que viene siendo una constante en la izmierda española, porque hubo un presidente del gobierno que dijo que se enteró por la prensa de escándalos que afectaban a su gabinete… cuando era algo que se comentaba hasta en el último rincón de España.
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