Los neocom han sido siempre un potaje de corrientes, mareas, movimientos y agrupaciones que sólo un líder autoritario como el Chepas consiguió mantener más o menos ordenados.
Desaparecido Junior de la
primera línea de la política, los egos se desataron. Y como la izquierda española,
además de mala, es estúpida, no han aprendido que la bicefalia produce
cefaleas; no hablemos ya si, en realidad, es policefalia.
Porque dejó a Juanita Petarda
a cargo del partido, a Egolanda como candidata ungida para las
elecciones generales (será la primera mujer presidente de gobierno en España,
dijo) y a la madre de sus hijos como Dios sabe qué.
Y como todos esto, que no llegan
a pedo, se creen mierda, quieren tener la voz cantante, y rara es la semana en
la que dialécticamente no llegan a las manos. El día de los inocentes saltaba
la noticia de que la ninistra de lo social metía prisa a la gallega
nariguda para que aclarara si se presentaba o no a las elecciones con los neocom,
y lo hacía en unos términos que habría firmado el mismísimo Marx (Julius, no
Carlos):
Ahora mismo es Yolanda la que tiene que decir si quiere ser la candidata de Podemos, del conjunto del espacio. Necesitamos que se dé ese paso para construir el proyecto político, pero eso requiere del paso previo de que ella dé ese paso.
Y la gallega, ejerciendo de tal,
no dijo ni que sí ni que no y, dando una larga cambiada, señaló que, que ella
sepa, no hay elecciones, cuando haya elecciones, hablaremos. Y como es
incapaz de callar, señaló que los españoles están más interesados en llegar a
fin de mes, afirmando que el Gobierno resuelve sus problemas con un decreto
impresionante para mejorar la vida de la gente.
Lo que me da la impresión es que se refería a su gente, no a lo que se suele llamar la ciudadanía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario