Hay dos maneras de hacer las cosas: la correcta, y la que sigue la izquierda española. Porque, sea cual sea el modo adecuado de hacer las cosas, uno puede estar completamente seguro de que la izquierda española seguirá indefectiblemente el modo contrario.
Lo cual no quiere decir, ni mucho menos, que la derecha lo haga siempre todo bien. Lo que pasa es que lo tiene bastante fácil para, sin esforzarse demasiado, hacerlo mejor que la izquierda. Y, si se esfuerza, infinitamente mejor. Es el caso de la norma aprobada a finales del año pasado, una ley ómnibus en la que, como su apodo indica, se aprobaron una serie variopinta de medidas, pensando en los ciudadanos y no en los políticos.
El nombre completo de la norma es
Ley de Medidas Urgentes para el Impulso de la Actividad Económica y la
Modernización de la Administración de la Comunidad de Madrid. Entre esas
medidas, que tienen como objetivos básicos estimular la actividad económica en
la Comunidad de Madrid, adaptar el cuerpo normativo actual a las nuevas
realidades sociales y económicas, eliminar cargas innecesarias y modernizar la
organización administrativa se encuentran la posibilidad en la sanidad de
incorporar profesionales extracomunitarios, desbloquear el urbanismo a base de
facilitar la aprobación Planes Especiales y evitar que prácticamente cualquier
cambio requiera modificaciones en los Planes Generales, eliminación de la
necesidad de permiso para practicar la caza en los espacios naturales
protegidos de la Comunidad de Madrid cuando estos cotos cuenten con un instrumento
de planificación que esté aprobado por la Administración, eliminar la necesidad
de contar con testigos para la firma de uniones de hecho, suprimir las tasas
por expedición de certificados de profesionalidad y poner en marcha una
revisión de toda la estructura de gasto de la Comunidad en aras de mejorar su
eficiencia.
A ver si la izmierda es
capaz, no de mejorar, no de igualar, sino siquiera de aproximarse a eso.
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