Como repito con frecuencia, hay dos maneras de hacer las cosas: la correcta y la que sigue la izquierda española.
Por ello, no es de extrañar que,
ante la escalada fiscal, la rapiñadora voracidad recaudatoria de Petisú Montero,
la comunidad de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso al frente, baje impuestos y bonifique el tratamiento
tributario de los inversores que se trasladan a su territorio.
Y mientras el Financial Times
(que algo debe saber de economía, digo yo) expone al mundo las ventajas tributarias anunciadas por Madrid, el ninisterio de Dispendios monta en
cólera y desquicia a su titular, que afirma que Ayuso busca repartir la
factura de la crisis entre las clases medias, los trabajadores y los grupos
vulnerables, mientras ayuda a quienes más tienen.
Quizá lo que desquicia a Peludiño sea que una que llevaba la cuenta de Twitter de un perro haga las cosas mejor que ella y el psicópata de su jefe.
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