Cuando los progres se ponen ñoños, dicen unas tonterías del tamaño del Everest.
Tomemos el caso de Steven
Spielberg, famoso director de cine y con gran talento en lo suyo, lo
cual no le libra de decir cosas como que pide perdón a los tiburones por el impacto que tuvo su película en la imagen que la gente tiene de los mismos.
En primer lugar, es dudoso que
los tiburones se hayan enterado de la imagen que los humanos tienen de ellos. En
segundo lugar, es más dudoso aún que sepan que esa imagen (siempre según el
señor Spielberg) se debe a una película en concreto. En tercer lugar, no creo
que les llegue la petición de disculpas del judío norteamericano.
Y, en último lugar, apostaría lo que fuera a que hay mucha gente que no sólo no ha visto la película de marras, sino que ni siquiera ha oído hablar de ella, y que sin embargo no tiene precisamente aprecio por los escualos…
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