Al parecer, sólo en países como España se sostiene, contra viento y marea y gobierne quien gobierne, el sistema actual de pensiones, un sistema de estafa piramidal que con la caída de la natalidad va directo al derrumbe.
En otros países, a lo que se ve,
se permite en distintos grados la capitalización privada de las cotizaciones del
trabajador. En España, a lo que parece, todos nuestros gobernantes parecen
pensar que los españoles somos unos manirrotos estúpidos incapaces de manejar
nuestras finanzas. Oye, quizá tengan razón y todo, pero no nos dan ocasión de
comprobarlo.
El extremo opuesto sería Chile, cuyo sistema se basa en cuentas de ahorro individual. Sistema que acaba de adoptarse en Países Bajos, país en el que, si de algo saben, es de dinero.
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