Vox es al Partido Popular lo que los neocom y el cocuquismo son a los de la mano y el capullo: el ala radical, que debe evitar que sus respectivos moderados se deslicen hacia el centro y pierdan las esencias.
Pero, mientras que los suciolistos
se han radicalizado, abandonando el centro y buscando canibalizar a los comunistas
-nunca han tenido complejos de ninguna clase para hacer lo que hubiera que
hacer si ello les permitía seguir detentando el poder-, en la derecha son algo
más acomplejados (bastante más, de hecho), y buscan alejarse de Vox,
diferenciarse todo lo posible y que parezca que pactan porque no les queda otro
remedio.
Y es que, realmente, no les queda
otro remedio. Además de que Vox podrá proponer cosas radicales o desmesuradas,
o difícilmente realizables, pero lo hacen siempre dentro del ordenamiento
jurídico y de la Constitución… cosa que no puede decirse de cualquiera de los
miembros de la coalición Frankenstein.
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