Las feministas de toda la vida, las que se han jugado el tipo persiguiendo la verdadera igualdad, dicen que el feminismo actual, el de las feminazis que se lo han encontrado (casi) todo hecho y que se inventan conflictos donde no los hay, el de las que incluyen a todas las letras del abecedario y sostienen que una mujer es todo aquello que diga que se siente mujer, aunque lo diga contra la biología, el sentido común y hasta el buen gusto.
Y ese es el caso de los cocuquistas, que como representante y adalid del feminismo han elegido a una tal Elizabeth Duval, una persona que por muy mujer que se sienta y por mucho respeto que a priori merezca, resulta que nació con próstata.
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