Parece que hay tres cosas en la galaxia de La guerra de las galaxias que nunca sabremos: a qué raza pertenecen Yoda, Yaddle y Grogu, el aspecto de los jawas bajo sus túnicas, aunque no paren de referirse a ellos como roedores; y qué hay bajo las vendas de los moradores de las arenas… aunque en esta novela dan a entender que puede haber prácticamente cualquier cosa, humanos incluidos.
Centrándonos en la novela en sí,
se titula Kenobi porque algún título debía tener, aunque el caballero
jedi, que pretendía ocultarse en Tatooine aparece sólo esporádicamente, para salvar
el día.
En cuanto a la trama, no resulta
especialmente original, aunque está bien llevada. Sin pretender destripar la
historia, el caso de un personaje que parece más o menos honorable y que luego
resulta no serlo tanto, así como el de otro que parece un villano sin dobleces
pero que resulta ser más honesto que el anterior, se ha visto en multitud de ocasiones.
En cualquier caso, Miller construye
bien la historia y engancha… tanto, que las doscientas últimas páginas o así me
las leí del tirón.
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