Cuando a mediados de los años ochenta comenzó a emitirse programación por las mañanas, Televisión Española trajo de vuelta a Jesús Hermida. A su sombra comenzaron su carrera una serie de (entonces) jovencitas (o no tanto, porque de eso hace treinta años y entre ellas estaba María Teresa Campos, que ya no cumple los ochenta) que fueron conocidas como las chicas Hermida.
De aquel grupo unas han tenido
éxito y otras no tanto. Pero si hay alguna que pena me da la justa es Nieves
Herrero, que tras el llamado crimen de Alcácer realizó un programa de un
sensacionalismo tan vomitivo que, en la televisión seria creo que no se
ha alcanzado.
Por eso, que haya sufrido en la elaboración de la biografía de Carmen Cervera no es algo que me suscite un sentimiento de
lástima o compasión.
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