Que en la investigación del llamado caso Pegasus -el robo de información contenida en los móviles del psicópata de La Moncloa y de algunos otros miembros del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer- Israel no iba a mostrarse lo que se dice muy colaborador era algo que cabía prever.
Porque la empresa desarrolladora
del software espía es de ese país, y allí se toman todas las cosas de
seguridad nacional muy en serio. Como leí en cierta ocasión referida al punto
de vista británico de las relaciones internacionales, con razón o sin razón,
mi país es lo primero.
Que en esa misma investigación el
consejo de ninistros español tampoco iba a ser de mucha ayuda, a pesar
de ser parte perjudicada, también entraba dentro de lo previsible. Y ello
porque, si se descubre cómo se produjo la sustracción de datos, quizá se
descubriera también qué datos fueran los sustraídos.
Y puede que haya quienes no les
interesa que los datos robados sean conocidos…
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