martes, 25 de julio de 2023

Análisis de las elecciones

No voy a hacer como mi padre, que dice que el PP le ha decepcionado. Lo dice por los resultados electorales, claro, pero esos no son culpa directa del PP. Podrán ser consecuencia de una campaña electoral mejorable, de unos deslices en la última semana o de los vaivenes en materia de pactos, pero quienes votan son los españoles.

Y lo que parecen haber demostrado los españoles es que da lo mismo lo que hagan los de la mano y el capullo, hay mucha gente que seguirá votándoles. Porque que después de cuatro años de desmanes y destrozos (desde mi punto de vista), de mentiras y cambios de opinión, de despilfarros y concesiones a los separatistas (que no están apaciguados en absoluto, sino todo lo contrario, más envalentonados que nunca) tengan todavía más de seis millones de votos y ciento veinte escaños (esa es la aritmética de la Ley D’Hont) es para hacérselo (hacérnoslo) mirar como país.

Otra derivada es algo que escribí -y que contribuyó, supongo, a una matrícula de honor en Derecho Político II- hace treinta y tantos años: si la derecha quiere gobernar en España, tiene que ir unida. Dividida, todos los demás se coaligarán contra ella. Que parte de la responsabilidad de esa división corresponda al PP, que parece no darse cuenta de lo que quieren los que le votan, es otro asunto.

También es demencial que los partidos extremos tengan cada uno casi un diez por ciento de los escaños. Lo de Vox podría entenderse porque son los descontentos del PP, pero Sumar no es más que el viejo partido comunista envuelto en blusa de seda y peinado con laca, adornado con un hablar a saltitos que pone de los nervios al más pintado.

En cuanto a los partidos separatistas, los más exaltados han sobrepasado a los simplemente interesados… cosa que viene siendo una constante en la Historia: los aprovechados tiran de los exaltados, y al final son éstos los que se llevan a aquéllos por delante.

Y, para remate, ahí está el filósofo perico, diciendo que una mayoría de españoles ha dicho que no quiere un gobierno del PP con Vox. Teniendo en cuenta que el PP ha tenido más votos que los de la mano y el capullo, y que Vox ha tenido más votos que los cocuquistas, resulta que hay una mayoría mayor aún que ha dicho que no quiere la repetición del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer. Porque si los votantes de los etarras, ierreceos, jotaporcatos y demás patulea antiespañola hubieran querido eso, habrían votado al psicópata o a la tucán de Fene. Que, además, han dicho por activa y por pasiva durante la campaña que iban a gobernar en coalición, mientras que ni PP ni Vox habían admitido expresamente (no habían explicitado) la inevitabilidad de un gobierno de coalición de las derechas.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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