domingo, 5 de julio de 2020

Ay, Laffer Laffer

Los detractores de Laffer suelen achacarle que, al dibujar su curva -que muestra que hay un cierto nivel de impuestos a partir del cual la recaudación no crece, sino que disminuye-, no estaba exponiendo una verdad científica, sino que, por así decirlo, se limitó a unir los puntos.
Vamos a pasar por alto la navaja de Ockham, que (quizá) postularía que Laffer tiene razón, y vamos a quedarnos con el hecho de que una subida de impuestos no siempre va a provocar un incremento en la recaudación. Lo que esta claro es que los izquierdistas en general y los comunistas en particular parecen desconocer el hecho… y la Historia.
El ninistro de Consumo -hermano de ese oxímoron andante (pues un ecomunista lo es) que proclamaba que la solución al déficit público era, simplemente, darle a la máquina de hacer billetes- destapó, cosa de un mes antes que Sin vocales (otro que de economía sabe menos que yo de física cuántica), que el desgobierno socialcomunista planteaba una subida generalizada de impuestos -renta, sucesiones, bienes inmuebles, depósitos, juego, transacciones finacieras…- con el objetivo de recaudar ochenta mil millones de euros extra.
No voy a entrar en qué piensan gastarse semejante pastizal, y recurriré a las fábulas clásicas: hacer eso sería matar la gallina de los huevos de oro o, por mejor decir, ordeñar la vaca hasta dejarla seca.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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